Urbanitas y medioambiente necesitan encontrar un equilibrio para convivir en armonía. We Love Cities (amamos las ciudades) es un concurso que tiene como objetivo concienciar sobre la necesidad de crear urbes más sostenibles por medio de la participación ciudadana. Esa concienciación no llega sólo a la ciudadanía sino también al ámbito político al que se exige tomar medidas y acometer acciones.

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El 20 de mayo se celebra el Día Mundial de las Abejas. El cambio climático y con ello la pérdida de muchos hábitats, así como las prácticas agrícolas intensivas o el uso de plaguicidas son algunas de las principales amenazas de unas especies reconocidas por su papel para aumentar la seguridad alimentaria, mejorar la nutrición y contribuir a combatir el hambre.

En Pozuelo de Alarcón (Madrid) existe un lugar con vocación educativa en el que, además de sanar las plantas (e ingresarlas si era necesario), se enseña a la ciudadanía a cómo cuidarlas para evitar que vuelvan a enfermar. Además, cuenta con una UVI, donde los casos más difíciles reciben cuidados especializados, además de una Guardería de Plantas, donde los vecinos y vecinas pueden dejar en buenas manos sus ejemplares durante las vacaciones.

El alumnado del Grado Básico de “Arreglo y reparación de artículos textiles y piel” del CI San Juan-Donibane de Pamplona quisieron dar respuesta a dos retos: “¿Qué hacer con la ropa perdida que se recoge en los centros escolares?” y “¿Cómo ponemos en valor la ropa de segunda mano entre la gente joven y le invitamos a que haga un consumo más responsable?”
Así nacieron tres proyectos diferentes: FRUSTRATION FASHION, @outifitrapero y FOREST ON MARS

Ayuntamiento Arakil

Cuando la agricultura tradicional de Arakil se vio amenazada por la moderna, el ayuntamiento de Arakil, la Agencia de Desarrollo de la Sakana y la asociación Arre se pusieron en marcha para escuchar a los vecinos de más edad y recuperar su conocimiento y su saber hacer. Hoy se han recuperado varias variedades locales y se ha creado una red de custodia y multiplicación de la biodiversidad que pretende hacer partícipe a los habitantes del valle y alrededores para que cultiven, multipliquen e intercambien semillas y árboles frutales.

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Suecia y su «Ciudad de un minuto»; la “Jardinería de guerrilla» de los Ángeles; la «Ciudad de 15 minutos» de París; las supermanzanas de Barcelona y Vitoria… Todas estas iniciativas responden a los esfuerzos por reconquistar los espacios urbanos, arrebatándoselos al tráfico y ofreciéndolos a la ciudadanía.

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“Circular en bicicleta en Madrid sea una actividad de riesgo que requiere destreza y mucha atención”. Son palabras de Pedalibre, una asociación fundada en 1982 que cuenta con alrededor de 300 socios y socias y que trabaja por normalizar el uso de la bicicleta en la ciudad despejando dudas prácticas, técnicas y legales, a través de cursillos; reparar y poner a punto el vehículo de dos ruedas en el taller del barrio de La Guindalera; y fomentar el cicloturismo en ciudad.

Los restos de una demolición convertidos en un nuevo espacio; escombros convertidos en bancos, camisas de segunda mano utilizadas como uniforme, leña de poda alimentando el sistema de calefacción… Todo esto no sólo son buenas ideas, sino la filosofía de una empresa y de un proyecto: Mo de Movimiento.

Cables que recorren tallos de plantas, elementos artificiales insertados en la base natural de las plantas, monitorización constante de las condiciones medioambientales… Todo esto ya no forma parte de la ciencia ficción sino de la realidad que nos rodea. Hablamos de los jardines ciborg.